¿Me dañaré los ojos si no uso gafas de sol?
Las gafas de sol son más que una simple declaración de moda. Bloquean los dañinos rayos UV del sol, que dañan tanto la piel como los ojos. No usar gafas de sol, o elegir unas que no protejan completamente los rayos UV, te expone al riesgo de sufrir diversas afecciones oculares en el futuro. Si bien una breve exposición a los rayos UV puede no causar síntomas, la exposición prolongada sin protección ocular (gafas de sol) puede provocar varias afecciones oculares que se describen en este artículo. ¡Cuida también tus ojos!
Cuando los rayos UV del sol se reflejan en superficies como arena, agua, hielo y nieve, y rebotan hacia los ojos, se puede desarrollar una afección llamada fotoqueratitis, a veces llamada ceguera de la nieve. Esta afección suele desaparecer por sí sola, pero si su caso es grave, consulte a un oftalmólogo. Para evitar quemaduras solares dolorosas en los ojos, use gafas de sol con protección UV cuando se exponga al sol.
Las cataratas, o la opacidad del cristalino del ojo, pueden ser causadas por la exposición excesiva a los rayos UV sin protección. Visión borrosa, sensibilidad a la luz, visión doble, visión borrosa de los colores y dificultad para ver de noche son signos de que podría tener cataratas. Para tratar las cataratas, se extrae quirúrgicamente el cristalino y se reemplaza por una nueva lente artificial. Las gafas de sol con protección UV pueden ayudar a reducir la probabilidad de necesitar cirugía de cataratas en el futuro.
Pterigión y pinguécula son dos términos científicos para las protuberancias en el ojo. El pterigión es una protuberancia rosada similar a un tejido en la misma ubicación, mientras que la pinguécula se presenta como una pequeña protuberancia amarilla en la parte blanca del lagrimal. Si no se trata, la pinguécula podría convertirse en pterigión. Estas protuberancias suelen tratarse con gotas oftálmicas recetadas, pero si son graves o molestas, podrían requerir extirpación quirúrgica.
El melanoma uveal o intraocular es el término médico para un tipo de cáncer ocular. Las personas con ojos claros tienen el mayor riesgo de padecer este tipo de cáncer. Algunos síntomas incluyen una mancha oscura en el iris, visión borrosa, destellos de luz y la presencia de "moscas volantes" o manchas que se desplazan en el campo visual. Algunas opciones de tratamiento incluyen radioterapia, cirugía, fotocoagulación o tratamiento con láser y termoterapia. En casos extremos, puede ser necesario extirpar el ojo y parte del nervio óptico.